domingo, 12 de abril de 2009

UNA REFLEXION DESPUES DE LA SEMANA ZANGANA.










De regreso de vacaciones: bronceados, algunos intoxicados, otros abusaron de la comida, deshidratados, sol, baile y música y con la triste regreso de iniciar las responsabilidades de nuevo. Así es la vida, estamos pasando de adolescentes a jóvenes, otros ya entraron a los treinta, otros alcanzando el medio siglo y los con mas suerte, sobrepasan los sesenta años. La diferencia es para quienes nos cuidamos en la ingesta alimenticia y vamos al gimnasio; y aunque nos califiquen de narcisistas porque a veces por allí se comienza, seria imposible evadir la vanidad al practicar ejercicio y alimentarnos saludablemente.


Pero sobretodo agradecidos con Dios porque sin merecerlo tenemos vida, respiramos aire y las tareas pendientes de la vida todavía nos favorecen al esperarnos. No te rindas me digo a mi mismo porque puede que al pasar de varios años todavía no logre mis metas personales alejadas del amor a la riqueza, aun mejor apegadas a sentirme útil con mi familia, amigos, compañeros de trabajo, a mi país y desarrollar toda mi capacidad que mi Dios, ha puesto como corona y que al morir un día me sienta satisfecho de que ese potencial no lo deje en el patio o lo desperdicie en cosas necias.


Compartía con alguien de mis amigos esta pasada semana santa y le mencionaba que a mis años, una de mis mayores satisfacciones era el de no padecer de ninguna enfermedad de carácter grave o dependiente de medicinas. Hoy que nos encontramos en Semana Santa todo el mundo se preocupa por comer, beber, divertirse e irónicamente al igual que la navidad, son fechas simbólicas del nacimiento y crucifixión de quien hizo el sacrificio perfecto por nuestros pecados, pero que tristemente un menor porcentaje se toma un tiempo de reflexión sobre el papel de su vida y el de tomar en cuenta esa relación intima con nuestro Creador.



Precisamente por estas razones las personas mueren por negligencia. Salir a pasear cuando muchos al volante han ingerido drogas o alcohol, involucrarse en piscinas y playas antihigiénicas, sumado a las malas pasiones; sencillamente por seguir una tradición como que no es algo sensato diría yo, pero respeto la libertad con que cada quien decide su vida, pero esas mas de 40 personas fallecidas me brindan un poco de razón.



Todo obedece a un patrón similar de abuso y sobreconfianza por el hecho de que no sentimos nada y no padecemos nada. Volvemos al trabajo, al colegio o a la universidad poniéndole ganas a las metas y responsabilidades adquiridas. Comemos de lo del cafetín, nos paramos en un carretón de hot dogs, bebemos sodas o refrescos sintéticos y cuando llegamos a la casa el mismo orden de preparar las comidas sin mayor esfuerzo por cambiar el menú. No existe la pirámide alimenticia, no comemos verduras ni legumbres, fruta muy de ves en cuando, abusamos de la sal y el azúcar, el pollo con todo y piel, la carne con pellejo, el arroz atestado de aceite hidrogenado, el fin de semana pizza, pollo refrito o hamburguesas, fumamos, bebemos alcohol, nos desvelamos y al llegar a los 35 si no es antes PUM!, suena la alarma de que han aparecido los achaques no por la edad si no por el mal estilo de vida o patrón de los países subdesarrollados.

En pocas palabras nos jodimos, después viene el cáncer y ni llegamos a los cincuenta, cuando solo somos ya un triste recuerdo en el panteón.

Con mi valor moral puedo decirles que haber dejado a tiempo la bebida y el cigarrillo, abandonar las noches violentas de baile y desvelo, iniciarme en un plan de ejercicios y leer y leer sobre nutrición, le brindaron un valor agregado a mi vida. Mi vida no es perfecta, ha habido muchas turbulencias pero la doble llave de mi fe en mi mismo y en el Señor, me permiten vivir bajo una mejor cobertura y ver que en el horizonte yacen las soluciones.

Tengo una bella esposa, cuatro hijos y dos nietas lindas. A una de ellas la disfruto a plenitud, mi otra nietecita se encuentra lejos pero se que siguiendo mi nueva forma de vivir y tomando en cuenta a Dios, un día no muy lejos también podré compartir mucho con ella. Mi mejor herencia va encaminada a formarles la virtud de comer con balance y equilibrio y hacer deporte. Las riquezas se hicieron para perder el amor por los demás, romper en divorcios y saciar nuestro ego. Cuantas personas con demasía material creen que son los dueños del mundo, cuando su misma familia les aborrece o son enemigos por una herencia?, deambulan sin libertad y siempre vigilados por sus guardaespaldas. Cuantos de ellos están solos sintiendo el vacío de la soledad o en el peor de los casos con el dinero no pudieron comprar salud y hoy otros disfrutan de sus bienes.

Suficiente vivir sin deudas, con nuestra conciencia en paz, con temor y amor hacia Dios, teniendo lo necesario, compartiendo lo poquito con los necesitados, adquiriendo sabiduría en el manejo de nuestras finanzas y sin tarjetas de crédito, unidos en el hogar, con los tenis puestos, admirado por nuestro amigos, vecinos y compañeros de trabajo por nuestra nobleza y lealtad, esto precisamente es lo que a usted le deseo amigo(a) lector, al compartir mi blog de salud. La última palabra la tiene usted. Hasta la próxima.

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